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No te dejes intimidar por tus finanzas, sé dueño de ellas.



Cuando tienes veinte años, es fácil sentir que estás haciendo un buen trabajo con dinero y finanzas si puedes mantener un techo sobre tu cabeza, alimentarte y pagar tus facturas. Pero, ¿qué pasa si quieres hacer algo más que sobrevivir?
Probablemente no podrás sobrevivir para hacer malabares con conciertos de medio tiempo para siempre, ni querrás hacerlo. Entonces, ¿qué puedes hacer para asegurarte de poder comprar una casa, enviar a tus hijos a la universidad y disfrutar de una jubilación cómoda? Incluso si estas preocupaciones parecen muy lejanas, sería aconsejable comenzar a ahorrar e invertir un poco en este momento. Tu futuro te lo agradecerá.
En estos escritos aprenderás:
- Por qué enfocarse en perder un lugar de ganar te servirá para bien.
- Por qué los desastres del mercado financiero pueden ser un buen momento para invertir.
- Que quizás tengas que luchar contra tu biología por el bien de tu billetera.