Los sensores.
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El uso de sensores asequibles ayudará a reducir el desperdicio al mejorar en gran medida la eficiencia de los sistemas de entrega.
Optimizar las técnicas de producción y captura es solo una cara de la moneda en la batalla hacia una gestión eficiente de los recursos del mundo. También debemos asegurarnos de que los sistemas de entrega de recursos y productos sean eficientes para minimizar el desperdicio.
El agua por ejemplo: se estima que el 20 por ciento del agua dulce se pierde por contaminación o fugas en la red de tuberías que lleva el agua a los grifos. Un porcentaje tan alto de desperdicio es alarmante con un recurso tan vital, pero este no tiene que ser el caso.
Las “tuberías inteligentes” que utilizan nanotecnología han sido desarrolladas por la Universidad Northwestern de Chicago con nanosensores que miden todo, desde la calidad del agua hasta el flujo de agua. Al conectar los sensores a una red, muy probablemente a Internet, podemos desarrollar sistemas de distribución inteligentes. Más soluciones de alta tecnología están en el horizonte con la posibilidad de tuberías que no solo sepan cuándo se produjo una fuga, sino que también pueden repararse a sí mismas cuando sucede.
Hoy en día, sensores como estos se han vuelto mucho más baratos y están más disponibles que podemos emplearlos en una variedad de áreas para monitorear casi cualquier cosa. Estas tecnologías tienen el potencial de mejorar la eficiencia de entregar prácticamente todo, no solo agua.
Tener sensores en bienes, productos y artículos para el hogar también crea el potencial para todo tipo de automatización eficiente. Por ejemplo, tu casa podría identificar cuándo se están quedando sin artículos esenciales y ordenarlos por ti. Pero los usos domésticos se ven eclipsados por los posibles usos comerciales, donde los pedidos de materias primas podrían programarse para que coincidan con la demanda y racionalizar las cadenas de suministro, minimizando el desperdicio en un grado extraordinario.
La tecnología para crear sistemas de distribución y entrega más inteligentes está disponible y si invertimos en la creación de bienes de manera más eficiente, minimizar el desperdicio de recursos será parte de este impulso de eficiencia.